martes, 20 de marzo de 2012

continuacion de la trivia y cosas curiosas de siempre atu lado

Primeros años
Desde la Prefectura de Akita hasta la estación de Shibuya viajó durante dos días en tren, en una caja. Cuando lo fueron a retirar sirvientes del profesor, estos creyeron que el perro estaba muerto.
Sin embargo, cuando llegaron a la casa, el profesor le acercó al perro un vaso con leche, y éste se reanimó. El profesor lo recogió en su regazo y notó que las piernas delanteras estaban levemente




tras los ultimos años
El 21 de mayo de 1925, el profesor Ueno no regresó; había sufrido una hemorragia cerebral que le provocó la muerte mientras impartía clase en la Universidad Imperial, pero Hachi se quedó allí, en su sitio, esperándole. Pasaron los días, que se convirtieron en meses, y los meses en años, y Hachi seguía acudiendo fiel y puntualmente a esperar a su amo, sin importarle si hacía frío o calor; tan sólo esperaba volver a verle.
La devoción que Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que lo rodeaban, quienes lo apodaron el perro

Muerte
El 8 de marzo de 1934, Hachiko murió de filariasis. [1] Su cuerpo fue encontrado frente a la estación de Shibuya, tras esperar infructuosamente a su amo durante nueve años.[1] Sus restos fueron depositados en una caseta de piedra que se construyó al pie de la tumba del profesor Ueno, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio. Aunque, posteriormente, su cuerpo se recogió para ser expuesto en el Museo de Ciencias Naturales del distrito Tokiota de Ueno tras ser restaurado y disecado.[3]
El 8 de marzo de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.[1]

Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón

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